Tomás Andrade, la nueva joya ‘millonaria’

Desde la consecución de la Copa Libertadores en agosto de 2015 como título culmen del resurgir de River Plate de la mano del ‘Muñeco’ Gallardo y hasta hoy, el mundo ha vuelto a poner sus ojos en el club ‘millonario’ y su cantera. Mammana, Funes Mori, Balanta, Kranevitter o Cavenaghi son algunos ejemplos recientes de jóvenes -salvo Cavegol, que concluía su tercera etapa en el club a los 32 años- surgidos de las inferiores de River que ya están probando mejor o peor suerte en el otro lado del charco. Además, otros jugadores fundamentales del once inicial del campeón de América como Barovero, Vangioni, Mercado, Pisculichi o Carlos ‘Pato’ Sánchez salieron en busca de nuevos retos en sus carreras deportivas.

Una situación dramática de no ser por la calidad, casi intrínseca, que poseen las nuevas generaciones que surgen de la fábrica de Ezeiza. Y la camada de futbolistas que esta vez está tirando abajo las puertas del primer equipo en el club de Núñez no es otra que la generación del 96. Augusto Batalla bajo el arco, Zacarías Morán en el centro del campo, Sebas Driussi arriba y Gonzalo Montiel (del 97) y Luis Olivera (del 98) como zagueros, conforman un grupo de jugadores que vienen siendo habituales en la primera plantilla e incluso en el once titular. Pero, sobre todos ellos, destaca un jugador que por su gambeteo, velocidad y visión de juego recuerda a los grandes medios volantes argentinos que triunfaron en Europa y cuya magia hizo las delicias de los mejores estadios del viejo continente, Tomás Andrade.

Y es que la historia de ‘Tomi’ (16/11/1996, Temperley), unida a sus innegables capacidades sobre el verde, otorga una cierta especie de aura mágica a este futbolista al que el adjetivo prometedor se le queda corto. El argentino nació con un problema congénito en los pies que le impedía, en la infancia, practicar el fútbol de manera natural. Pero con la ayuda de su padre, deportista nato, se estimuló y redobló esfuerzos y entrenamientos para poder llegar a ser lo que es hoy y lo que apunta a que será. De hecho, el día de su debut en El Monumental, se echó a llorar delante del periodista que le entrevistaba recordando lo dura que había sido su infancia para él en este sentido.

Entrando en sus comienzos futbolísticos, Tomás se inició con el futsal en el Club Parque, un complejo social en el que también dieron sus primeros pasos futbolistas de la talla de Coloccini, Juan Pablo Sorín, Cambiasso, Fernando Redondo, Riquelme, Tévez o Pablito Aimar, hasta que a los 7 años diera el salto al fútbol 11 ingresando en las inferiores del CA Lanús. Tras tres años en el granate, y con apenas 10 primaveras, se fue a probar suerte a Europa, estando en las canteras del Barcelona y del Atlético de Madrid, pero volvería al año siguiente a Argentina por añoranza a su país y su familia. Tras su vuelta, desde los 11 hasta los 15 años, vistió de nuevo la camiseta de Lanús, de donde saldría en 2011 por problemas con dirigentes de la cantera del club granate. Finalmente, tras comenzar el 2012 en Argentinos Juniors, un consejo de su agente lo llevaría a las inferiores de River a mediados de ese año. Una decisión que acabaría siendo determinante en la carrera futbolística de Tomi.

Ya en verano de 2015, y ante las puertas del primer equipo de River, Andrade decidió salir en préstamo a Europa tras comprobar la falta de espacio que había en la máxima categoría. Su destino, tras barajar a Everton y Crystal Palace, sería el Bournemouth sub-21, de donde salió en febrero de este mismo año desesperado por la falta de chances en el primer equipo y la diferencia de fútbol de Inglaterra y Argentina. Tras una última intentona del Palace por hacerse con sus servicios, el temperlino volvería a casa.

Nada más llegar a River, comenzó entrenándose con jugadores que no iban a ser tenidos en cuenta. Más tarde, se incorporó a la Reserva (el filial), donde empezaría desde el banco para, poco a poco, ganarse la titularidad y cuajar grandes actuaciones con goles que lo llevarían a debutar con el primer equipo el 30 de abril ante Vélez Sarsfield, realizando una gran actuación en la que incluso estrelló un balón al palo. Aquí, por fin, soltó todas las lágrimas y la rabia de una infancia dura que ha moldeado al enorme futbolista que está por venir.

Al respecto de sus cualidades futbolísticas, que 11 partidos después de su debut sigue demostrando en la Primera de River, cabe destacar la capacidad de regate que le posibilita su habilidad para tener el pie en contacto con el balón el mayor tiempo posible, pareciendo a veces como si lo tuviera cosido. Su sitio en el campo está en cualquiera de las dos posiciones de medio volante que utiliza Gallardo en su 4-2-2-2. El estilo de Tomás es buscar el medio y asociarse con los delanteros, por lo que el flanco derecho, por su condición de zurdo, es el predilecto de la joya riverplatense. Además, su gran visión de juego le permite ejercer también como enganche, aunque esta figura está en desuso en River con el esquema del ‘Muñeco’.

Ahora, Andrade aguarda las oportunidades que Gallardo le da, esperando en el banco para sustituir a Andrés d’Alessandro, su ídolo y del que dicen será su sucesor, o al ‘Pity’ Martínez, titulares en las posiciones de volante. El propio Gallardo, Érik Lamela, ‘Burrito’ Ortega, Higuaín, Aimar, Falcao, Saviola, Crespo… del semillero del mundo está surgiendo una nueva estrella y, vistos los precedentes, hay motivos más que suficientes para confiar en que más pronto que tarde veremos el fruto de la enésima cosecha de las inferiores de River Plate. ¡Rómpela, Tomi!

Kike Cervera / @KikeCervera_