Giannelli Imbula, la nueva amenaza de Javi Fuego

Ni argentinos ni portugueses lograron tumbar a Javi Fuego. Ahora, todo apunta a que Giannelli Imbula podría convertirse en nuevo jugador del Valencia en cuestión de días. De ser así, llegaría a Mestalla un nuevo y duro competidor para el asturiano y de él nos han hablado dos expertos en fútbol francés, desmontando pieza a pieza al "stopper" de Bielsa.

Foto: Tribuna Reservada

“Un futbolista incansable”, “El que nunca falla”, “La pieza que marca el equilibrio del equipo”, “El pulpo blanquinegro”, “El pilar básico del once titular” o “El peón imprescindible”. Todos esos comentarios, ya sea a través de la prensa o de los aficionados, han sido algunos de los elogios que ha ido sumando la figura de Javi Fuego durante esta temporada.

Lo cierto es que la posibilidad de incluir al asturiano en el once titular no era la primera idea de Nuno Espirito Santo. Sin embargo, al nuevo inquilino del banquillo valencianista le bastaron un par de partidos para darse cuenta de que no podía prescindir del futbolista y entendió a la perfección, que su papel dentro del campo era algo indispensable.

Llegó Filipe Augusto como petición expresa del técnico portugués, pero el centrocampista ni cuajó ni convenció. Relegado desde el principio a un papel residual, solo 141 minutos han sido los que ha acumulado en la 2014/2015. No pudo competir con el de Pola de Siero, apenas le hizo sombra y su cesión, nunca llegó a estar justificada sobre el tendido verde.

Tampoco logró ‘robarle la cartera’ Enzo Pérez. El ‘deseado’ por el club de Mestalla, por el que pagó un montante cercano a los 25 millones de euros, llegó en invierno y aunque ha jugado más minutos que el brasileño, nunca ha llegado a encontrar el nivel que le llevó a ser nombrado como mejor jugador del campeonato portugués. Desde que aterrizó en la ciudad a finales de diciembre, Nuno siempre colocó al argentino en la formación titular. Le alternó en varios puestos buscando maximizar su rendimiento, pero como le ocurre a otros futbolistas, no se adaptó al equipo y ello, unido a las lesiones, acabaron relegándole a un segundo plano, pasando, de nuevo Javi Fuego, a ser el verdadero engranaje del grupo.

Ahora llega el verano y con el regreso de Filipe Augusto a Río Ave y con la previa de Champions a la vuelta de la esquina, la secretaría técnica del Valencia ya se ha puesto manos a la obra para encontrar otro jugador con un perfil parecido al del ex del Rayo Vallecano. Como era previsible, los rumores ya se han desatado a orillas de la capital del Turia y todo apunta a que, en cuestión de días, Gianelli Imbula, podría convertirse en nuevo jugador del Valencia. Del joven y potente centrocampista del Olympique de Marsella, nos han hablado, en Tribuna Reservada, dos expertos de la Ligue 1 como son Jaime Bonnail y Rober Fernández.

Análisis de Jaime Bonnail (@JBonnail)

Dotado genéticamente de una gran capacidad atlética muy por encima del resto, Giannelli Imbula ha focalizado todas las miradas de la opinión mediática al erigirse como una de las grandes promesas del fútbol galo que ya se ha hecho un hueco en la élite. Probablemente, su precocidad futbolística ha servido para pulir cada detalle al máximo y convertirse en un jugador tan codiciado por el que tendrán que pagar una cifra cercana a los 20 millones si quieren conseguirle.

Con tan sólo cuatro años, Imbula se convertiría en una estrella de la periferia parisina.  A pesar de no contar con la edad mínima para inscribirse como jugador, el US Argenteuil le facilitaría una ficha falsa para poder demostrar su temprana calidad. Su capacidad de desborde ya se palparía en estas categorías, donde nadie podía pararle los pies. A sus 13 años, su paso por el PSG, donde únicamente permanecería un año, fue el verdadero punto de inflexión del jugador. Imbula nunca lo ha considerado un fracaso y sí, quizás, como el verdadero inicio de su carrera.

Nacido en Bélgica en 1992, de origen congoleño y nacionalizado francés, este mediocentro sería el jugador más joven en debutar en la Ligue2 con tan sólo 17 años, 1 mes y 4 días, allá por octubre de 2009. En la Bretaña, se haría un hombre, y el Guingamp, le abriría las puertas del profesionalismo. Un club, que conocía perfectamente lo que tenía entre manos cuando fue reclutado con 15 años. En 2013, fue elegido mejor jugador de la Ligue2, lo que haría que el Marsella finalmente se decantara por ficharle, tras ya haberle observado en un partido de Copa que enfrentó a ambos equipos.

Con el 25 a la espalda en recuerdo de su hermano mayor fallecido, Imbula es el hombre perfecto para guardar la pelota y controlar el centro del campo. Su eficacia en el pase puede rondar el 90%, además, su gran cualidad de desborde y regate, donde deja literalmente a los adversarios por los suelos, le sitúan como el complemento perfecto para jugar por detrás de tres centrocampistas ofensivos. No obstante, su potente disparo con su zurda, le permite probar suerte desde fuera del área cuando se ve con posibilidades.

Su anterior técnico en el Guingamp, Jocelyn Gourvennec, ya destacaba las cualidades que hoy en día llaman la atención del jugador. «Tiene un gran potencial. Su gran cualidad en el pase es su punto fuerte, al mismo tiempo que su protección del balón, lo que le hacen colocarse por encima del resto. Simplemente no puedes robarle el balón», afirmaba el técnico. Varios compañeros, recuerdan un encuentro contra el Valencia en su época de juvenil: «Se marchaba de dos jugadores y disparaba. Esto lo volvería a repetir minutos más tarde, sin fortuna, y con las tímidas risas de los contrarios. Pero no importó, una tercera vez lo intentó y el balón acabó entrando por la escuadra e Imbula, con el dedo sobre su boca mandando callar».

Giannelli Imbula es un jugador que siempre cree en todo lo que se propone. Por ello y a pesar de no haber debutado con la absoluta de Francia, Didier Deschamps sabe que un jugador de sus características es necesario en el centro del campo de la selección, siempre dotado de grandes jugadores de físico encomiable. Muchos lo equiparan con Claude Makélélé, otros con Patrick Vieria, sin embargo, si descontamos las lesiones, su estilo puede ser semejante al de Abou Diaby. No obstante, las comparaciones, que tanto gustan al periodista deportivo, no han de ser problema alguno para Imbula Wanga, ya que si él quiere, puede superar con creces todas las alabanzas mostradas.

Por el momento, al único “seis” al que no le ha quedado grande la camiseta del Valencia desde los tiempos de David Albelda seguirá hablando desde un segundo plano, como a él le gusta. Ni Hedwiges Maduro, ni Mehmet Topal, ni Oriol Romeu, ni Fernando Gago. Solo Javi Fuego seguirá siendo el futbolista que maneje las manecillas del reloj de un club que sigue empeñado en la búsqueda de un nuevo estandarte para el círculo central. Quizás sea Imbula. Quizás ya lo tienen en casa.