Butarque sueña con un despertar en Primera División

Pocos comprenden lo que tiene en su mano el equipo actualmente dirigido por Asier Garitano, así como muy pocos conocen la historia que trae consigo una entidad casi nonagenaria. En diciembre de 2008 el Atlético B visitaba el estadio de Butarque para jugar con el Leganés. Cuando el árbitro pitó el inicio, los jugadores locales pusieron una rodilla sobre el césped y así estuvieron durante un minuto. Los oponentes no les atacaron en señal de respeto y solidaridad con unos futbolistas que llevaban casi un año sin cobrar. La escena de protesta no sorprendió en aquella época de fútbol en bancarrota, de clubes que pagaban los excesos económicos del pasado. Hoy el panorama es muy distinto en el municipio del sur de Madrid, que ve a su equipo en la cima de Segunda y sus jugadores y empleados cobran a final de mes.

Idas y venidas entre las categorías más discretas del fútbol español. Un pasado bañado de humildad e historias de guerras y reestructuraciones. Esta no está siendo una temporada más en la categoría de plata para los madrileños. Encabezan la Liga Adelante por primera vez en su historia y podrían marcarse “un Eibar” a final de temporada. Un hito en la historia del club nunca visto antes por los aficionados pepineros.

La agitada carrera de este equipo de pueblo viene acuñada en junio de 1928. Su primer medio siglo fue disputado entre las regionales madrileñas, ascendiendo a Tercera y Segunda B en múltiples ocasiones pero sin asentarse definitivamente en una categoría de fútbol profesional. Y no fue hasta la temporada 1992-1993 cuando el Leganés, se zafó de tantos años de malas rachas en categorías semiprofesionales y ascendió a Segunda División, permaneciendo durante más de diez años en la categoría de plata del fútbol español.

Un éxito para los leganeses, que vivieron durante esa década, los mejores años de su historia. Además en esa época, el conjunto madrileño pudo disfrutar de jóvenes futbolistas que se convertirían en futuras estrellas, el caso más icónico, el del camerunés Samuel Eto´o. Este llegaba cedido del Real Madrid Castilla para debutar definitivamente como profesional en el equipo blanquiazul. Disputó una temporada con la camiseta del ‘Lega’, dejó una treintena de partidos a sus espaldas y materializó cuatro goles. Temporada discreta que todavía no haría despuntar al joven delantero.

Los años seguían aconteciendo en la entidad y el Leganés crecía con el tiempo consolidándose en Segunda. Hasta que llegó el año 2003 y con él, arribaba a la entidad un promotor musical argentino, Daniel Grinbank, que se hizo con el control del club y estaba dispuesto a desarrollar un plan para subirlo a Primera División. Invirtió seis millones pero su plan no le terminó de salir rentable, y apenas dos años después abandono el Leganés con deudas y conflictos internos que hicieron que se consumara el descenso a Segunda B después de muchos años cerca de la élite. Poca broma sería su andadura en la categoría de bronce. Los aficionados vieron pasar otras diez temporadas en dicho campeonato hasta que en la 2013-2014, logran otro ascenso a Segunda División.

No se gestó hasta que llegó a los mandos técnicos del cuadro pepinero Asier Garitano, quien se convertiría en uno de los entrenadores más laureados de la entidad madrileña por las hazañas alcanzadas. Comenzó a construir una plantilla desde abajo, cimiento a cimiento, y él subió al ‘Lega’ hasta la segunda competición del fútbol español. Logró una muy buena clasificación durante la siguiente temporada, y lleva en volandas a la actual plantilla, en lo más alto de la tabla, con cinco puntos de ventaja sobre los puestos de ‘play-off’ y a un paso de conseguir ese tan esperado y ambicionado ascenso.

Su consistencia defensiva está siendo una de las principales claves de su buen momento: 23 goles encajados en 30 jornadas, equipo menos goleado de la categoría. Estas estadísticas se complementan a la perfección con su vertiente ofensiva. Los pepineros han marcado 42 goles, cifra que les convierte en el segundo equipo más anotador, sólo superados por el Mirandés. Mención aparte merece el papel de la afición. El Leganés cuenta con 5.668 abonados, récord histórico del club. Y el feudo pepinero es un fortín. Sólo el Tenerife se ha llevado los tres puntos de Butarque esta campaña. Casi nada.

Aunque el técnico quiera ser cauto y lleve por lema: “Se ha hecho historia, pero esto no ha acabado», los años y las memorias le deben una a ese equipo de pueblo, que ha penado durante casi un siglo, y que por fin busca con garantías hacerse un hueco entre los grandes equipos de la élite del fútbol mundial. Ya no es una sorpresa. El Leganés es una realidad.

María Villanueva / @maríavigar96