«Cuando jugamos en casa solo vienen a vernos 20 aficionados»

Ferrán Monzó Giménez, futbolista del Doxa Katokopia FC

La vida de un jugador de fútbol puede cambiar en cuestión de horas. Así fue lo que le ocurrió a Ferrán Monzó. El central de l’Alcudia, que pasó por las inferiores del Espanyol, vio como su futuro pasó de estar en España a Chipre en cosa de tres horas. Aunque él mismo reconoce que fue una locura volar hasta Katokopias, no pierde la esperanza de ganarse lo que lleva soñando desde niño, jugar competición europea con un gran equipo.

Pregunta. Del Torrellano al Jove Español y después llega el Espanyol B y llama a su puerta ¿Qué sentiste en ese momento?

Respuesta. Para mí fue un salto muy grande. Había algunos filiales interesados, pero de Tercera División, y fue cuando vino el equipo perico, que iba a comprar la plaza en Segunda B y la mejor opción era esa. Ellos siempre han apostado por la cantera y tuve mucha suerte en poder recalar en sus filas.  Me han dado mucha fuerza para continuar en el fútbol.

P. La primera temporada jugaste 28 partidos e incluso fuiste convocado para viajar a Riazor con los blanquiazules ¿Qué pensaste cuando recibiste la llamada del primer equipo?

R. Fue un orgullo poder ir convocado a un partido de 1ª División. Ni calenté, pero para mí ya fue demasiado ver el ambiente. Ellos se jugaban la vida, estaba el campo lleno, la presión que tenían los jugadores, todo eso fue muy bonito de vivir, como todo lo que rodea a un partido de la élite desde fuera hasta dentro. Fue inolvidable.

P. Siempre hay un jugador en la plantilla que protege y enseña a los jóvenes. ¿Qué jugador estuvo cerca de ti en este aspecto?

R. Cuando subí al primer equipo, me trataron todos fenomenal, pero Capdevila y Sergio García me acogieron muy bien y me ayudaron mucho en todo.

P. En tu época del Espanyol era una de las joyas de la cantera ¿Por qué no cuajó esa relación Ferrán-Espanyol?

R. El problema fue que en el Espanyol hubo cambio de directiva. En su momento, ficharon a 15 jugadores, se les atizó mucho porque el Espanyol es un equipo de cantera y de repente, en el filial de Segunda División B, fichan a 15 jugadores. Eso no gustó ni en la afición ni en la prensa. Es cierto que a algunos, nos trataron bien, pero al siguiente verano, de los 15, solo continuamos dos y ahora, solo queda uno y tampoco está jugando.

P. ¿De qué manera llega la oportunidad de marcharse al Doxa?

R. Estaba aquí esperando ofertas y mientras, entrenaba en el Ontinyent de Tercera División para no perder el ritmo. Un día me llama mi representante y me dice que estaba la opción de ir, le dije que sí, que yo quería jugar fuera para vivir otra cultura, aprender el idioma… Me llamaron y no me lo pensé dos veces. En menos de tres horas se hizo todo.

P. ¿Cómo es la vida en Chipre dentro y fuera del fútbol?

R. Chipre es un país bastante bonito para vivir. Fuera del fútbol es muy similar a aquí. El clima es mejor, no llueve casi nunca y la calidad de vida es muy buena. Dentro del fútbol, con respecto a la Liga Española, la diferencia primordial es el nivel y luego, por ejemplo, el Doxa no juega en su estadio porque es pequeño. No tiene permisos para disputar partidos en la máxima categoría y está jugando en otro terreno de juego, además no tiene aficionados. Jugamos a media hora de nuestro campo y nadie va a vernos. Somos 20 personas cuando jugamos en casa. Hay más gente de la afición rival que de la nuestra. Los campos, exceptuando cuatro equipos, están vacíos y eso se echa en falta. El otro día mi equipo jugó contra el AEL y el ambiente era bonito, con bengalas, cánticos… Así es como a un futbolista le gusta jugar.

P. ¿Qué te ha dado el Doxa que no te hayan dado otros equipos?

R. Tenía algunas ofertas antes de fichar por ellos, pero ninguna era concreta. El Doxa sí que lo fue, vi mucho interés y cuando un equipo apuesta por ti, lo mejor es ir a ese sitio. En mi equipo, empecé no jugando mucho, el primer partido sí, luego estuve cuatro jornadas en el banquillo, hablé con el entrenador sobre mi situación y ahora están confiando mucho en mí y va muy bien la cosa.

P. El APOEL es el equipo más fuerte del campeonato, ¿Te ves algún día jugando la Champions con el equipo chipriota?

R. Es cierto que es el equipo más fuerte, no es el que más aficionados tiene, porque ese es el Omonia pero sí, la verdad que todo jugador sueña con poder jugar en un equipo de ese estilo. Allí hay cinco, que suelen jugar previa de Europa League y eso es muy bonito. Es muy difícil pero se trabaja para ello.

P. ¿Te planteas volver a España o crees que es una etapa cerrada por completo?

R. No la doy por cerrada. A lo mejor el verano que viene vuelvo a un equipo de Segunda División B, Tercera, nunca se sabe donde puedes ir. Si allí las cosas no salen bien, tendré que volver. Puede que aquí me hayan perdido de vista un año, pero nunca se sabe lo que te puede salir.

P. Has vivido el fútbol español y el fútbol chipriota ¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de los dos?

R. En Doxa somos una familia. En España he tenido grupos muy buenos pero nunca he tenido uno como el que tengo ahora. El otro día ganamos un partido, nos juntamos para cenar todos, desde el presidente hasta los directivos. Luego, como compañeros, cada uno es de un país distinto pero el ambiente de vestuario, yo pensaba que no sería tan bueno y me ha sorprendido. Nos llevamos todos muy bien, no hay problemas cuando vamos mal y es por ello, que ahora las cosas están saliendo mucho mejor.

P. ¿Qué espera Ferrán Monzó en el futuro?

R. Mi primer objetivo es conseguir la permanencia en el Doxa, que es una cosa que está muy igualada con varios equipos y luego, ver si hay suerte y doy el salto a un equipo de mayor caché y poder disputar competición europea. De momento, tengo dos años de contrato con el Doxa, por lo que estoy tranquilo.